Durante el momento de juego en el patio escuché una conversación entre los niños y las niñas. Cuestionaban por qué algunos árboles del jardín de nuestro colegio están con las ramas rotas.

Laura: El árbol que tiene mangos tiene las ramas rotas y sus hojas ya tienen color marrón claro. Ahora, los mangos ya no podrán crecer.

Santiago: Los árboles que están cerca a los juegos están con las ramas rotas también.

Maia: Yo vi que algunos amigos están sacando las hojas y rompiendo algunas ramas.

Laura: ¡Tengo una idea! Pensemos qué podemos hacer para cuidar los árboles de la escuela.

A partir del diálogo escuchado y el recojo de los saberes previos en la apertura de la experiencia de aprendizaje, los niños y las niñas decidieron acciones para el cuidado de los árboles de la escuela. Con ello, reforzamos la escucha mutua, expresión oral y toma de decisiones. Esta experiencia fue muy significativa porque partió del interés de ellos mismos.