¡Bienvenidas y bienvenidos al foro de intercambio!
Reflexionemos juntos sobre el poema que acabamos de escuchar.
Considera los siguientes pasos:
El autor hace una metáfora acerca de las diferentes habilidades y capacidades que tienen los niños y niñas para comunicarse, expresarse, pensar, hacer.
Es importante observar y valorar todas esas capacidades o lenguajes que tienen nuestros estudiantes.
A veces los maestros nos olvidamos de estos lenguajes y cortamos sus sueños, su aprendizaje, porque queremos ir por un solo camino por el de nosotras las maestras y no de los propios niños.
El poema “Los cien lenguajes del niño” de Loris Malaguzzi, fundador de la filosofía Reggio Emilia, nos recuerda que los niños tienen múltiples formas de expresar su pensamiento, emociones y creatividad. Sin embargo, muchos docentes parecen olvidar esta perspectiva y tienden a enfocarse solo en métodos tradicionales de enseñanza, priorizando el lenguaje verbal y escrito sobre otros modos de aprendizaje.
Aspectos clave que se están olvidando:
Diversidad de expresión: Muchos docentes siguen priorizando solo el lenguaje oral y escrito, dejando de lado otros lenguajes como el juego, el arte, la música, el movimiento y la exploración sensorial.
Autonomía del niño: Se imponen métodos rígidos en lugar de permitir que los niños descubran y construyan su aprendizaje a través de la experimentación y la interacción con su entorno.
Aprendizaje basado en la experiencia: Se enfatiza la memorización y repetición en lugar de fomentar experiencias ricas y significativas donde los niños puedan investigar y reflexionar.
Escucha activa: Muchas veces los docentes no reconocen el valor de lo que los niños expresan a través de otros lenguajes más allá de la palabra hablada, como el dibujo, la dramatización o el juego simbólico.
Limitación de la creatividad: En lugar de estimular la creatividad y el pensamiento divergente, a menudo se restringe la exploración libre de los niños, dejando de lado su capacidad innata para innovar.
Considero importante lo que mencionas, nos encontramos en nuestra labor con cada propuesta educativa con mirada tradicional de la infancia.
¿Cómo recuperar esos lenguajes en la educación?
Permitir que los niños se expresen a través de múltiples formas y medios.
Diseñar experiencias de aprendizaje que integren arte, movimiento, música, juego y experimentación.
Valorar la imaginación y la creatividad como herramientas fundamentales para el aprendizaje.
Adoptar una postura de escucha y observación atenta a los lenguajes que los niños utilizan para comunicar su mundo interior.
Me parece muy ben relacionar el lenguaje con el arte, la musica y el juego ya que en en esos escenarios siempre se comunica algo.
Es interesante saber que los niños se expresan de mil formas y que los maestros debemos estrar atentos para poder escucharlos y comprenderlos.
El poema enfatiza en las distintas formas que un niño piensa, aprende y se expresa con relación a su entorno, además nos invita reflexionar sobre las exigencias y mirada que tenemos los adultos o entorno. La mirada que tenemos sobre las infancias resulta impactante en su crecimiento y adquisición de conocimientos, a su vez determina nuestras acciones pedagógicas, considero importante tener una mirada más amable y flexible que se enfoque en sus posibilidades de aprendizaje.
Gracias por el desarrollo y detalle de sus respuestas, así como, el intercambio de ideas, estimadas participantes.
Efectivamente, existe un abanico de posibilidades que tienen los niños y las niñas para comunicarse, expresarse y contarnos lo que están viviendo, sintiendo y pensando. Por ello, es tan importante como miramos a nuestros niños; como recibimos sus expresiones, conductas y comentarios; y que les respondemos y les devolvemos para fortalecer sus habilidades y capacidades, y potenciar sus recursos.